Dispersión pigmentaria
30 de Noviembre de 2016

Uno de los casos que se puede solucionar con una operación de glaucoma en Asturias es el producido por la dispersión pigmentaria. El síndrome de dispersión pigmentaria es una situación en que el iris del ojo produce más pigmento de lo normal, pigmento que se va desprendiendo del iris y puede llegar a obturar los sistemas de drenaje del ojo, lo que produce un aumento de la presión ocular.

Si el pigmento desprendido del iris es suficiente para obstruir los drenajes, provoca un aumento de la presión ocular que repercute sobre el nervio óptico provocando su deterioro. Una de las primeras acciones preventivas consiste en una iridotomía, producida por un rayo láser sobre la superficie del iris, a fin de crear un drenaje artificial que evite el aumento de presión y elimine el riesgo del glaucoma. Aunque se corre el riesgo de unos efectos secundarios, a largo plazo, como una pérdida de visión por la opacidad del cristalino. En caso de que la dispersión pigmentaria provoque un deterioro irreversible del nervio óptico, la solución más práctica sería una operación de glaucoma en Asturias.

Tal y como aconseja el Dr. Alfonso Piñero, la mejor medida es la prevención. Todo aquel que sufra de dispersión pigmentaria deberá mantener un control exhaustivo y constante sobre la presión ocular, presión que debe mantenerse entre los 12 y 22 mm Hg. Si a causa del problema pigmentario se sufre hipertensión ocular podemos paliarla, en parte, con medicación en forma de gotas medicadas, las cuales pueden provocar dos efectos: por un lado limitan la presión reduciendo la producción del humor vítreo y, por otro, mejoran el flujo a través del drenaje. Uno de los riesgos de este síndrome es que, generalmente, no produce síntomas, por lo que el afectado no es consciente de su dolencia hasta que es demasiado tarde.

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